El inicio de la maternidad viene acompañado de momentos únicos, emociones intensas y una necesidad constante de tomar decisiones que favorezcan el desarrollo y bienestar del bebé. 

La lactancia materna es una parte muy especial de los primeros meses con el bebé. Alimenta, reconforta y ayuda a crear un lazo profundo entre madre e hijo, mientras cuida su salud física y emocional.

La lactancia materna es una experiencia que se construye día a día. Aunque es algo instintivo, también implica aprender, adaptarse y tener apoyo. La forma en que se vive este proceso puede influir mucho en el desarrollo del bebé, en la conexión que se crea con la madre y en la confianza que ella va ganando con el tiempo.

Aquí te compartimos 5 recomendaciones claves para proteger la salud del bebé mientras se fortalece el proceso de lactancia.

1. Asegura un agarre correcto desde el inicio

Cuando el bebé se acomoda bien al pecho, todo resulta más fácil: la leche fluye sin problema, no hay dolor y se evitan molestias como las grietas o la congestión. En cambio, si la posición no es la adecuada, pueden aparecer incomodidades desde el principio que afectan tanto la producción de leche como el ánimo de la mamá.

¿Cómo lograr un buen agarre?

  • Asegúrate de que el bebé tenga la boca bien abierta al momento de acercarse al pecho.
  • Los labios del bebé deben cubrir gran parte de la areola, no solo el pezón.
  • La barbilla debe tocar el pecho y el cuerpo del bebé debe estar completamente alineado, con cabeza, cuello y torso en una misma línea.
  • Observa la succión: debe ser profunda, constante y silenciosa. Si escuchas chasquidos o notas que el bebé suelta el pecho con frecuencia, es momento de ajustar la posición.

Si al cabo de unos días persiste el dolor o notas que el bebé no gana peso, no dudes en consultar con un profesional. A veces pequeños ajustes hacen una gran diferencia.

2. Mantén una alimentación balanceada y suficiente hidratación

La leche materna sabe exactamente lo que el bebé necesita, pero para que la mamá se sienta bien y tenga energía, su alimentación también importa. Durante la lactancia, el cuerpo trabaja más, así que vale la pena darle prioridad a comidas frescas, nutritivas y que realmente la recarguen. Incluye en tu dieta:

  • Proteínas de buena calidad (pescado, huevo, pollo, legumbres).
  • Frutas y verduras de diferentes colores, que aportan vitaminas y antioxidantes.
  • Fuentes de grasa saludables como nueces, aguacate y aceite de oliva.
  • Carbohidratos complejos como avena, arroz integral o quinua.
  • Lácteos o bebidas vegetales fortificadas para mantener niveles adecuados de calcio.

Comer a deshoras o saltarse comidas puede afectar tu nivel de energía, tu estado de ánimo y tu capacidad para responder a las demandas del bebé.

Es importante tener una hidratación adecuada

El cuerpo necesita más agua durante la lactancia materna, ya que una parte significativa de ese líquido se destina a la producción de leche. Una forma práctica de recordar beber suficiente agua es tomar un vaso cada vez que amamantas. También puedes optar por infusiones naturales, caldos o jugos sin azúcar añadida.

Evita bebidas con cafeína en exceso, ya que pueden alterar el sueño del bebé, así como gaseosas o productos ultraprocesados que no aportan valor nutricional.

Mujer dando lactancia a su hijo

3. Crea una rutina con apoyo emocional y descanso

Con la llegada del bebé, lograr un buen descanso se convierte en uno de los mayores desafíos. Las tomas durante la noche, los cambios de pañal y la atención constante que requiere un recién nacido hacen que el cuerpo y la mente se sientan agotados con facilidad. 

Aunque dormir de corrido no siempre sea posible, busca pequeños momentos para recostarte, cerrar los ojos o simplemente desconectarte un rato puede marcar una gran diferencia, tanto para recuperar energía como para mantener un buen ritmo en la producción de leche. Algunas estrategias:

  • Aprovecha las siestas del bebé para recostarte, aunque no logres dormir profundamente.
  • Pide ayuda con las tareas domésticas o la preparación de comidas.
  • Si tienes pareja, organicen turnos para atender al bebé por las noches o durante las madrugadas.

Darse espacios para descansar es una parte esencial del cuidado durante la maternidad. Recuperar energía, mantener el equilibrio emocional y poder enfrentar con más calma el ritmo que implica cuidar a un bebé hace una gran diferencia en cómo se vive esta etapa.

Acompañamiento y contención emocional

La lactancia puede despertar inseguridades, especialmente si surgen dificultades inesperadas. Sentirse desbordada no es raro. Hablar con otras madres, unirse a grupos de apoyo o consultar con profesionales en salud materno-infantil puede brindar alivio, validar tus emociones y ofrecer soluciones prácticas.

También es útil que las personas cercanas comprendan que la lactancia implica dedicación y energía. Un entorno comprensivo y sin presiones facilita que la madre se sienta segura y sostenida.

4. Extrae y conserva la leche materna de forma segura

El extractor de leche materna permite mantener la lactancia en situaciones donde no es posible amamantar directamente. Puede usarse de forma ocasional o habitual, según las necesidades de la madre y del bebé. 

Algunas de las situaciones más comunes donde se convierte en una herramienta clave son:

  • Retorno al trabajo o estudio, cuando se desea seguir ofreciendo leche materna.
  • Necesidad de aumentar la producción en casos donde el bebé no succiona con suficiente fuerza.
  • Momentos en los que la madre desea compartir el cuidado con otra persona.
  • Congestión mamaria o producción excesiva de leche.

¿Cómo elegir el extractor adecuado?

Existen extractores manuales, eléctricos simples o dobles, y cada tipo tiene ventajas específicas. Los manuales son más económicos y silenciosos, ideales para uso ocasional. Los eléctricos ofrecen mayor eficiencia, sobre todo cuando se requiere extraer leche con frecuencia. Al elegir, considera:

  • Que la copa del extractor sea del tamaño adecuado para tu pezón.
  • La facilidad para armar, limpiar y esterilizar las piezas.
  • La potencia del motor (en el caso de los eléctricos) y los niveles de succión ajustables.

Almacenamiento y conservación segura

Después de extraer la leche, es importante guardarla de forma adecuada para que conserve todos sus nutrientes y siga siendo segura para el bebé. La forma en que se almacena puede hacer la diferencia entre una leche que mantiene sus beneficios y otra que pierde calidad o se contamina sin que lo notes.

  • En la nevera: hasta 4 días si se mantiene a una temperatura menor a 4°C.
  • En congelador: idealmente hasta 3 meses, aunque puede conservarse hasta 6 meses si el congelador mantiene temperaturas constantes bajo cero.
  • Utiliza frascos o bolsas esterilizadas, con etiquetas que indiquen la fecha y hora de extracción.

Al momento de calentar la leche, lo ideal es sumergir el recipiente en un poco de agua tibia y esperar a que tome una temperatura agradable al tacto. Antes de dársela al bebé, puedes moverla suavemente para que quede bien mezclada y lista para ofrecer.

Extractor leche materna de Locatel

5. Escucha las señales del bebé y confía en el instinto

El llanto no siempre es la primera señal de hambre. De hecho, muchos bebés comunican su necesidad de alimentarse con gestos sutiles antes de llorar. Algunas señales tempranas son:

  • Mover la cabeza de un lado a otro en busca del pecho.
  • Chupar sus manos o hacer ruidos de succión.
  • Inquietud o movimientos rápidos con la boca.

Atender esas primeras señales y ofrecer el pecho en ese momento ayuda a que el bebé se alimente con más calma, sin llegar a un estado de angustia. La toma fluye mejor, y el momento se vuelve más tranquilo y agradable tanto para el bebé como para la mamá.

Observar su bienestar general

Estar atenta a cómo se comporta el bebé después de cada toma puede dar muchas pistas sobre si está recibiendo la cantidad de leche que necesita. Un bebé que se alimenta correctamente:

  • Gana peso de manera constante.
  • Tiene entre 6 y 8 pañales mojados al día.
  • Se muestra tranquilo después de las tomas.
  • Duerme por periodos adecuados según su edad.

Si notas que el bebé se muestra irritable con frecuencia, no parece satisfecho tras alimentarse o hay cambios en su crecimiento, es recomendable consultar al pediatra. La observación atenta, combinada con seguimiento profesional, permite actuar a tiempo ante cualquier señal de alerta.

La lactancia como un viaje de conexión y cuidado

La experiencia de la lactancia materna se vive de manera distinta en cada caso, y no hay una sola forma correcta de transitarla. 

Algunas madres logran adaptarse con facilidad desde los primeros días, mientras que otras atraviesan momentos más retadores que requieren paciencia, acompañamiento y tiempo.

Lo importante es avanzar a tu propio ritmo, con la tranquilidad de contar con información clara, apoyo emocional y recursos que te ayuden a sentirte segura en el camino.

Cuidar la salud del bebé también significa prestarle atención a lo que tú necesitas para sentirte bien. Comer de forma equilibrada, descansar cuando puedas y apoyarte en herramientas como el extractor de leche materna cuando lo necesites son formas reales de proteger tu bienestar, y eso también se refleja en el bienestar de tu hijo. 

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