Cada 1° de diciembre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. Este día, como lo resalta la Organización Mundial de la Salud (OMS), “es una oportunidad para concientizar, educar y mejorar la comprensión del VIH como un problema de salud pública mundial”.

Para entender esta enfermedad, es importante aclarar sus términos, y es que, por lo general, siempre se habla del VIH/sida como uno solo, pero se desconoce que los dos términos no son sinónimos, es decir, sida y VIH no se tratan de la misma condición y no son tampoco el mismo diagnóstico, pues el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) es el nombre de la enfermedad, mientras que el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) designa al virus que la causa.

En el pasado, una persona con VIH podía desarrollar sida en unos pocos años, pero, actualmente, gracias a los avances en la medicina, muchas personas con VIH nunca desarrollarán la enfermedad, pues existe un tratamiento efectivo disponible, el cual consiste principalmente en medicamentos, incluida la terapia antirretroviral (TAR). “No todas las personas que tienen VIH contraerán sida, pero sin tratamiento con medicamentos antirretrovirales, la infección progresará a esta. Eso generalmente ocurre entre 10-15 años”, según indica la OMS.

Los fundamentos de la enfermedad*

Tu sistema inmunitario tiene células llamadas células CD4 o T que ayudan a mantenerlo saludable. El VIH ataca estas células, copiándose una y otra vez reduciendo la cantidad de estas en tu cuerpo, lo cual daña tu sistema inmunológico poniéndote vulnerable a contraer infecciones graves por bacterias y virus, y ciertos tipos de cáncer.

La forma de contraer el VIH es por contacto directo con:

-Sangre.
– Semen.
– Fluido vaginal.
– La leche materna.

De igual forma, el virus se transmite de persona a persona por:

-Relaciones sexuales sin protección con alguien que tiene VIH.
– Compartiendo agujas.
– Infección de madre a bebé durante el embarazo.

Se reduce el riesgo de contraer el VIH al no tener relaciones sexuales o al usar protección (condones) cada vez que se tengan, limitando la cantidad de parejas sexuales, y nunca compartiendo agujas. 

Los primeros síntomas de infección por VIH son parecidos a la gripe, e incluyen:

-Fiebre.
– Dolores de cabeza.
– Fatiga.
– Ganglios linfáticos inflamados en el área del cuello y la ingle.
– Los síntomas graves pueden no aparecer hasta meses o años después.

Si presentas estos síntomas y podrías haber estado expuesto recientemente al VIH, debes consultar a un médico para hacerte la prueba del VIH. Un análisis de sangre puede determinar si tienes infección por este virus.

Tratamiento

El tratamiento adecuado y la intervención temprana representan una oportunidad de vida para las personas con VIH. Si bien no existe cura para este, la terapia con medicamentos antirretrovirales ayuda a combatir la infección por VIH y reduce el riesgo de infectar a otros.

*Fuente: WebMD.