Los malos hábitos alimenticios, entre ellos, el alto consumo de azúcar a través de bebidas azucaradas, postres, pasteles, entre otros, se constituyen en un importante factor de riesgo de desarrollo de enfermedades, tales como la diabetes y obesidad. Según cifras de la Federación Internacional de Diabetes (FID), se estima que en Colombia (2018) hay alrededor de 4.000.000 de personas con diabetes, de los cuales, un alto porcentaje de ese total no ha sido diagnosticado aún, es decir, padecen la enfermedad sin saberlo.

Por otro lado, un estudio publicado en la revista Circulation (2019), revela que “el consumo frecuente de bebidas azucaradas, como sodas, bebidas deportivas y jugos, está relacionado con un mayor riesgo de muerte prematura por enfermedad cardiovascular y, en menor medida, por cáncer”.

Si bien ahora existe una mayor conciencia sobre lo que consumimos y cómo afecta nuestro organismo, todavía falta que la gente se informe más sobre los riesgos que representa el consumo de azúcar para su salud. Así lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS): “Las calorías aportadas por las bebidas azucaradas tienen poco valor nutricional y pueden no proporcionar la misma sensación de plenitud que ofrece el alimento sólido. Como resultado, puede aumentar el consumo total de energía, lo que, a su vez, puede llevar a un aumento malsano de peso”.

La OMS advierte que en muchas partes del mundo la ingesta de azúcar es elevada, lo que es indicativo de una dieta de poca calidad; un factor preocupante si se tiene en cuenta que uno de los mayores afectados por este hecho son los niños. Los niños obesos o con sobrepeso tienen un mayor riesgo de padecer problemas de salud graves, como diabetes tipo 2, hipertensión arterial, asma y otros problemas respiratorios, trastornos del sueño y hepatopatías. Así mismo, pueden sufrir efectos psicológicos, como baja autoestima, depresión y aislamiento social. Eso sin dejar de lado, que un niño obeso tiene mayores probabilidades de ser un adulto obeso.

Cómo reducir su consumo

· Dejar un hábito no es fácil y, más aún, uno como el del consumo de azúcar, que es muy adictiva, por lo tanto, intenta reducir su ingesta paulatinamente y no de golpe.

· Si te gustan mucho los jugos recurre a la alternativa de sustituirlos por infusiones de frutas, que te mantendrán hidratado, tienen el rico sabor de las frutas y no contienen azúcar.

· Utiliza endulzantes naturales con cero calorías, como por ejemplo la estevia, para endulzar tus jugos naturales o el café. Evita la fructosa (favorece el desarrollo de hígado graso y diabetes tipo 2) y la sacarosa (relacionada con el aumento de riesgo cardiovascular y enfermedades metabólicas).

· Lee siempre las etiquetas de las bebidas que vayas a tomar para cerciorarte de sus niveles de azúcar, si contiene azúcares añadidos y su porcentaje de calorías por porción. Empieza a contar tus calorías, ahora hay aplicaciones para llevar su registro.