El cáncer es una enfermedad donde las células del cuerpo se reproducen y multiplican sin control y haciendo cambios en su configuración inicial, por lo cual son células atípicas que dificultan la función normal del cuerpo, estas células pueden crecer en cualquier parte del organismo. El día 4 de febrero celebramos a nivel mundial el día de la unión internacional contra el cáncer, a continuación encontraras algunas recomendaciones de alimentación para prevenirlo.


Llevar una alimentación saludable:

la clave de la prevención de la mayoría de las enfermedades es llevar una alimentación equilibrada y adecuada, de igual forma en la prevención del cáncer. A pesar de que llevando una alimentación completamente saludable no te garantiza que estarás libre de cáncer ya que muchos factores toman parte en la aparición de esta enfermedad, comer sano puede ayudarte a disminuir el riesgo. Estudios muestran que una alimentación que incluya abundantes productos naturales y frescos como frutas, verduras, granos y vegetales parecen disminuir los riesgos. Así mismo el consumo elevado de productos cárnicos y embutidos se ha demostrado aumentar el riesgo, por lo que lo ideal sería llevar una alimentación vegetariana al menos 2 veces por semana.

Evitar el tabaco:

el hábito de fumar o la exposición al humo aumentan el riesgo de desarrollar cáncer, sobretodo se ha relacionado con la aparición de cáncer de pulmón, cuello uterino, riñón y cáncer de vejiga. El fumar genera la producción de radicales libres y compuestos tóxicos que pueden alterar la genética de las células. Dejar de fumar es la mejor opción así mismo evitar respirar el humo procedente del cigarrillo o el tabaco.


Disminuir el consumo de alcohol:

si bien algunas bebidas como el vino o el wiski tienen efectos positivos para la salud consumidos esporádicamente, se debe moderar su consumo. El consumo en exceso de las bebidas alcohólicas se ha relacionado con el desarrollo de cáncer de estómago, de mama, pulmón, colón, riñón e hígado.


Protege tu piel del sol:

el sol emite dos tipos de rayos ultravioleta que pueden dañar la piel y producir cáncer sobre todo si se expone continuamente al sol sin la adecuada protección, evita exponerte al sol en horas del mediodía cuando los rayos están en su mayor intensidad. Utiliza camisetas mangas largas, sombrero o gorra si vas a salir a hacer tus actividades bajo el sol y no olvides aplicarte protector solar media hora antes de salir al sol y retocarlo cada dos horas. Utiliza protector solar a diario aún en el invierno, ya los rayos pueden reflejarse en las nubes.


Realiza actividad física regularmente:

la actividad física es cualquier movimiento del cuerpo que exija gasto de energía considerable, la recomendación es realizar al menos 30 minutos de actividad física 3 veces a la semana. El ejercicio nos ayuda a disminuir el estrés y las tensiones además de otros beneficios como mejor captación de insulina, pérdida de peso, producción de endorfinas, entre otros.


Evita las grasas saturadas:

sobre todo las de origen animal, las dietas muy altas en grasas son muy ricas en calorías, estas grasas conllevan a sobrepeso que se ha relacionado con el aumento del riesgo de cáncer de mama, próstata y de colon por lo que conservar un peso adecuado y consumir dietas bajas en grasas, puede ayudar a prevenir este tipo de enfermedades.


Asiste al médico regularmente:

una evaluación médica regular puede ayudarte a detectar a tiempo una lesión que pueda convertirse en cáncer. Si eres mujer recuerda realizarte la citología al menos 1 vez al año y si eres hombre mayor de 45 años acude a tu examen de próstata al menos 1 vez al año. La detección temprana puede ayudar a salvar tu vida, realiza en autoexamen de mamas mensualmente, recuerda que los hombres también pueden desarrollar cáncer de mama.


La lactancia materna:

 podrá parecer que no tiene cabida dentro de esta lista pero los estudios demuestran que ofrecer lactancia materna ayuda a prevenir el cáncer de mama y más si se prolonga por al menos 1 año, además tendrás el beneficio de proteger a tú bebé de desarrollar diferentes enfermedades y disminuye el riesgo de mortalidad infantil. Ser madre antes de los 35 años también disminuye el riesgo de cáncer de mama.


¡Relájate! Y evita el estrés:

suena fácil decirlo y complicado cumplirlo, sin embargo el estrés y las energías negativas alteran el equilibrio de nuestro cuerpo y mente, si bien no existen pruebas científicas que corroboren que la mente negativa pueda causar cáncer, si se produce una alteración en el funcionamiento del organismo. Un estado estrés puede mantener elevado nuestros niveles de epinefrina y norepinefrina, además aumenta nuestra tensión arterial y las concentraciones de azúcar en la sangre, este estado mantenido por periodos continuos produce una disminución del sistema inmunológico. Trate de meditar y de respirar profundo ante situaciones de estrés.