Muchas personas con acné creen que el sol tiene un efecto positivo en la calidad de su piel. Pero, ¿Cómo de cierto es esto?


Vamos a ver si el sol puede mejorar las afecciones de la piel con tendencia acneica y cómo podemos protegerla de forma efectiva del daño producido por los rayos UV.


¿Qué efectos tiene la exposición al sol sobre el acné?


A primera vista, parece que el mito puede ser cierto. Algunas investigaciones han establecido correlaciones entre el acné y la falta de vitamina D (que conseguimos de la luz del sol) y una mejora general en la calidad de la piel después de la exposición al sol. Pero si ahondamos en el tema, parece que no es un asunto tan simple. Veamos si el sol es bueno para el acné.


Después de la exposición al sol, la piel a veces tiene mejor aspecto porque provoca la producción de melanina (su mecanismo de defensa natural frente a los rayos UV) que broncea la piel. Este bronceado no solo reduce la apariencia de las imperfecciones (menos visibles en la piel oscura), también le da a la tez un aspecto más saludable. Sin embargo, el acné sigue estando presente.


“Las personas con acné, tienen un alto riego de daños sobrexponen su piel al sol sin protección”

(Dr. Nina Roos, dermatóloga)


Además, aunque el sol puede secar la piel y reducir la producción de sebo, el efecto es solo temporal. Los estudios sugieren que la luz solar puede provocar sequedad y deshidratación, que a su vez hace que la piel produzca más sebo y ocurran más brotes acneicos después de la exposición al sol.


 De acuerdo con la dermatóloga Nina Roos, este mito existe porque durante los primeros días al sol, el acné y los granitos se secan. Sin embargo, esto son efectos a corto plazo. “Después de la exposición al sol, la epidermis (la capa superior de la piel) se hace más gruesa, y la producción de sebo se ralentiza. Pero después la piel produce más sebo en condiciones secas, lo que provoca brotes de acné”, explica. En resumen, el mito que afirma que el sol es bueno para el acné no es tan cierto como puede parecer en un principio.


¿Cómo puedo tratar y prevenir el acné provocado por el sol?


La exposición al sol no solo puede empeorar el acné, además, sus rayos UV pueden dañar la piel. “Las personas con acné, especialmente aquellas con la piel sensible (más susceptible a estimulantes), tienen un alto riego de daños sobrexponen su piel al sol sin protección”, Explica permanentes, como las cicatrices, si la Dra. Roos. También añade que las manchas rojas se vuelven oscuras/marrones incluso en los rostros más claros, pero especialmente en los oscuros.  Para pieles con tendencia acneica, se recomienda un SPF 50 para prevenir las manchas”, aconseja. Es mejor tomar precauciones extra porque la pigmentación postinflamatoria (manchas oscuras expuestas al sol) es muy difícil de tratar.


Si te has quemado la piel, sigue aplicando protector solar durante el tiempo que esté roja y dañada. “Cuando las rojeces desaparezcan, tienes dos opciones: 1. Usa tu crema de tratamiento para el acné o Usa un AHA (Alfa Hidroxiácidos) o retinol para prevenir las manchas y el engrosamiento de la epidermis (que ocurre cuando nos quemamos)”, sugiere. Además es importante señalar que la vitamina C es un ingrediente clave a la hora de tratar las manchas.


Para terminar, no olvides que incluso los días nublados la piel está expuesta a la radiación UV, de ahí la importancia de aplicar la protección solar durante todo el año, no solo en vacaciones o cuando hace sol. Si sufres acné no tienes por qué elegir entre el bronceado y los granitos: hay productos específicos de protección solar que se formulan para pieles con tendencia acneica y contienen ingredientes no comedogénicos lo que significa que no obstruye los poros. ¿Piel limpia y protegida? Sí, por favor.