Cómo sobrellevar cada tipo
Existen dos principales tipos de diabetes: tipo 1 y tipo 2; sin embargo, hay otros tipos, como la diabetes gestacional, que se produce durante el embarazo, así como otras formas. Hoy hablaremos de las principales:
Diabetes tipo 1
Según la Fundación del Instituto de Investigación de la Diabetes (DRI, por su sigla en inglés), “la diabetes tipo 1 es la forma más grave de la enfermedad y también se le ha denominado diabetes juvenil porque generalmente se desarrolla en niños y adolescentes; no obstante, las personas de todas las edades pueden desarrollar diabetes tipo 1”.
En la tipo 1, el sistema inmunitario del cuerpo ataca las células de los islotes productores de insulina en el páncreas. Una vez que se destruyen las células productoras de insulina, una persona ya no puede producirla, por lo tanto, el azúcar permanecerá en la sangre y se acumulará. “Como resultado, las células del cuerpo mueren de hambre. Y, si no se trata, los niveles altos de azúcar en la sangre pueden dañar los ojos, los riñones, los nervios y el corazón, y también pueden conducir al coma y la muerte”, indica la Fundación.
¿Cómo se trata?
Mediante un régimen diario de terapia con insulina (con inyecciones, una bomba de insulina u otro dispositivo), que llevará la glucosa a las células del cuerpo.
Diabetes tipo 2
Es la forma más común de diabetes. De hecho, cerca del 90% de las personas con diabetes tienen diabetes tipo 2.
Es una de las enfermedades crónicas de mayor crecimiento en el mundo y sus complicaciones pueden llevar a problemas graves de la salud, como enfermedades oculares, renales y cardíacas. No obstante, una persona con diabetes tipo 2 puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar complicaciones controlando sus niveles de glucosa, presión arterial y colesterol.
¿Cómo se trata?:
los programas de tratamiento se centran en la dieta, el ejercicio y la pérdida de peso. Cada tratamiento es individualizado por el médico. Llevar un estilo de vida saludable es la clave, es decir, cambiar los malos hábitos por hábitos saludables, así:
· Come sano:
Incluye más verduras en tu alimentación, reduce las porciones de lo que vas a comer, lee las etiquetas de los alimentos para evitar exceso de azúcares y grasas.
· Mantén un peso saludable:
Si tienes sobrepeso debes empezar a hacer ejercicio o actividades físicas, pues los especialistas de la Asociación Americana de Diabetes indican que “perder peso puede ayudar a mejorar el control de tu diabetes y reducir el riesgo de complicaciones en tu salud”. Los expertos agregan que “la incorporación de una combinación de actividad aeróbica y entrenamiento de resistencia en tu plan de ejercicio puede ayudarte a mejorar tu sensibilidad a la insulina, lo que permite que tu cuerpo la use de manera más eficiente”. Recuerda que debes consultar a tu médico para una recomendación de tratamiento específico para ti.
· Controla
Diariamente tu nivel de azúcar en la sangre.