Los tratamientos más comunes para tratar el cáncer, como la quimioterapia y radioterapia, pueden causar efectos secundarios que afectan considerablemente la calidad de vida de los pacientes. Muchos de ellos manifiestan cansancio, fatiga, tensión emocional, o depresión, entre otros síntomas, y simplemente con descansar no consiguen alivio.


Controlar estos efectos secundarios forma parte importante del plan de tratamiento del cáncer y el ejercicio físico es un aliado positivo para ello, pues las actividades, como caminar y hacer ejercicio ligero, pueden ayudar a aumentar los niveles de energía en la mayoría de las personas con esta enfermedad. De igual forma, pueden ser útiles para la disminución de la depresión, lo cual contribuirá en el mejoramiento de su calidad de vida.


Las técnicas terapéuticas empleadas para tratar el cáncer pueden afectar las habilidades físicas, sociales, psicológicas y laborales de los pacientes, pero, de acuerdo con la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por su sigla en inglés), los tratamientos que incluyen la terapia física y de rehabilitación pueden ayudar a estas personas a recuperar estas habilidades y mantener su independencia.


Según la ASCO, la terapia de rehabilitación puede ayudar a:


-Mejorar la fuerza física.

-Aumentar la habilidad de cuidarse a sí mismo disminuyendo la necesidad de un cuidador.

-Adaptarse a las pérdidas reales, percibidas y posibles.

-Reducir la ansiedad y depresión.

-Manejar los síntomas del cáncer y su tratamiento (fatiga, problemas de sueño).

-Disminuir las hospitalizaciones.


Entre tanto, el fisioterapeuta le ayudará a mejorar la fuerza física y la habilidad para moverse. “La fisioterapia les permite a los expertos encontrar las mejores formas para que los pacientes con cáncer se mantengan activos. El ejercicio dirigido por fisioterapia es clínicamente efectivo e incluye estiramiento, fortalecimiento y ejercicios aeróbicos para pacientes hospitalizados, ambulatorios y sobrevivientes de cáncer, ayudándolos a recuperar su fuerza y funcionamiento físico”, así lo expresa el investigador japonés Shinichiro Morishita en su capítulo Physical Therapy in Patients with Cancer (Fisioterapia en Pacientes con Cáncer), publicado en el libro Clinical Physical Therapy (Terapia física clínica).


La fisioterapia en pacientes como, por ejemplo, con cáncer ginecológico incluye ejercicios de capacidad de locomoción, como estar de pie y caminar; masajes de drenaje linfático y de relajación, estiramientos manuales, terapias miofasciales (entrenamiento de la fascia), así como ejercicios de fortalecimiento, resistencia y aeróbicos.


Existe, igualmente, la terapia recreativa, la cual consiste en juegos, ejercicios, artes, manualidades o música. El objetivo de esta terapia es reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. Los pacientes, de igual forma, desarrollan confianza y fortalecen sus habilidades personales.